Usuário convidado
30 de agosto de 2024
Nuestra expectativa era alta, pero la experiencia fue aún mejor. El hotel es precioso y combina con elegancia y equilibrio la esencia arquitectónica de La Mancha con la modernidad. Las habitaciones son amplias, limpias y muy acogedoras, y hay multitud de detalles pensados para el bienestar de los huéspedes (zapatillas, agua mineral de cortesía siempre repuesta, infusiones...). Sin embargo, tengo que destacar que lo mejor de todo es el maravilloso trato del personal. Carmen y José María van más allá de sus funciones laborales con su enorme amabilidad y simpatía, sencilla y natural. Se vuelcan en intentar ayudarte en todo lo que necesites y te hacen sentir como en casa. Ojalá todos los hoteles contaran con un personal tan profesional y tan humano; ha sido una gozada tratar con ellos. Recomiendo sin duda alguna la estancia en este hotel y espero poder volver pronto, porque esta será por supuesto nuestra elección, siempre que volvamos a Almagro.
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