Usuário convidado
20 de agosto de 2024
Lo mejor de La Torre son "mis Chicas": María, Sara, Lis, Gaby, Lucía, Bea, Carmen, siempre atentas, sonrientes, súper amables, te hacen sentir incluso mejor que en tu propia casa... sin olvidar Maruso, por supuesto. Hemos pasado ahí nuestro aniversario de boda en julio y hemos repetido para mi cumpleaños la semana pasada mi marido y yo. Esta antigua casona de sierra remodelada es ideal para desconectar y recargar baterías, faltan hasta motivos para asomarse a la calle. Desayuno casero y abundante rodeados de árboles, flores, un aire puro y el canto de los pajaritos. Descanso en la piscina y/o vuelta en bici por el campo, almuerzo y cena en el jardín o la terraza, amenizados por los platos fusión de Lucía. Y, sin duda, se duerme de lujo... (estuvimos alojados en la pequeña suite, que fue antiguamente una capilla, con su porche particular). Gracias a todas, volveremos en cuanto podamos.
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