HOTEL CONDE

Va historia larga para que tengáis todos los detalles. Llegamos un sábado a las 20:30 mi pareja, nuestro hijo de 3 años y yo. Ya no nos gustó mucho que para llegar al hotel tengas que entrar por el bar y luego pasar por delante del comedor, donde ves/te ve todo el mundo. Pero estábamos muy cansados. La habitación bien. Entro en el baño y me encuentro algunos pelos púbicos en el suelo. Pero estábamos muy cansados. La ducha (como se puede ver en las fotos) con la parte metálica de la manguera rota, pero es que además salía agua de los pomos cuando lo accionabas. Además, la aspereza de las toallas es algo fuera de lo normal. Por otro lado, el edredón de una de las camas tenía una mancha marrón rara. Pero yo solo quería ducharme, cenar y a dormir, así que nos duchamos y bajos al restaurante. No había mucha gente, pero nos sentamos antes de las diez y no nos trajeron la comida a las once. No nos fuimos porque no hay nada cerca para cenar y a esa hora con un niño de 3 años... Yo pedí pescado que (como se puede ver en las fotos) estaba crudo. Como era tarde, se lo enseñé al camarero y le dije que no me trajese nada, que ya me comía la milanesa que había pedido para mi hijo (que también estaba poco hecha, como se ve en la foto). Me dice el chico que no me preocupe, que se le va a enseñar el pescado a su jefe, que está en la cocina. Cuando acabamos, vino el jefe a cobrarnos y tuvimos que pagar igual el pescado que casi no comí. Nos subimos a la habitación cabreados, pero muy cansados. Yo solo quería dormir, en serio. Cuando aparto el edredón con la mancha, resultó que esta llegaba hasta la funda del colchón. Eran casi las doce y estábamos cansados y con un niño de 3 años histérico ya a esas horas, así que le di la vuelta a todo y así dormimos. Bueno, dormir es un decir porque la gente entraba y salía haciendo muchísimo ruido y cuando alguien se duchaba o iba al váter se oían toooodas las cañerías del establecimiento. Si has leído hasta aquí y todavía estás pensando en reservar en este hotel NO LO HAGAS. En definitiva, un horror.